A groso modo hay dos tipos de personas. Las personas que te elevan y las que sustraen algo de ti.

Seguramente, si te digo que pienses en una persona que te «eleva»… seguro que te viene a la mente alguna persona con la que te gusta pasar tiempo.

Si te digo que pienses en alguna persona que «sustrae algo de ti»… seguro que te viene a la mente alguna persona que no te aporta nada, que se queja mucho, que critica mucho, que no sonríe apenas, etc.

¿Qué tipo de persona somos nosotros/as?.

En ocasiones somos personas que elevamos a otros y en ocasiones somos personas que sustraemos a otros. Seguro que tenemos un balance más elevado de «sustracción» o de «elevación». La verdad, que lo realmente importante es cuanto nos elevamos a nosotros/as mismos/as.

¿Qué podemos hacer cuando hay personas que nos sustraen cerca de nosotros?.

Una forma es ignorar, que tal vez funcione o tal vez no.

Otra forma es protegernos, poner límites. Contestar para protegernos.

Si una persona está cogiendo arena con las manos, es fácil porque la arena está suelta. Si la arena no cambia de estado, es fácil seguir cogiendo arena con las manos. En cambio, si a esa arena le agregamos agua y presión… ya no es nada fácil cogerla con las manos. La arena se ha convertido en una especie de barro muy duro y compacto.

La arena es tu autoestima, habrán manos que deseen sustraerte algo de autoestima, aquellas manos que tienen baja autoestima, siempre tratan de sustraer a los demás.

El barro formado con presión y agua, es una persona con alta autoestima, es una roca que protege su autoestima de todas aquellas manos que desean sustraer algo de ellas. Están concentradas en crear presión y mantenerse compactas y unidas todas las partículas de arena, todas las células de su cuerpo, de su mente y de su alma. Ese es el ejemplo de una persona con alta autoestima. Está tan ocupada en su compactación, que no está interesada en sustraer arena a nadie.

Que cada vez que traten de sustraerte tengas agua y presión para compactarte más y más. Para elevarte más y más a ti mismo/a sobre ti mismo/a.

La adversidad y perseverancia te pueden formar. Te pueden dar un valor y autoestima que no tienen precio.

-Scott Hamilton.